Lo sagrado de las lágrimas

 
 

“Las lágrimas no son señal de debilidad, sino de poder. Ellas hablan con la elocuencia de diez mil lenguas, son mensajeras del dolor abrumador y del amor inefable”. -Washington Irving.

Nuestras emociones de dolor, tristeza, angustia, ira y frustración son perfectas porque nos están comunicando que no es así como debe ser el mundo, éste no es el mundo que nos merecemos, no es el mundo que venimos a crear.

La primera señal de que nuestra humanidad interna está despertando es, por ejemplo, cuando te sientes indignado si te enteras de que alguien es maltratado o intimidado, te sientes sensible y lloras con el noticiero por gente que ni siquiera conoces, como si lo estuvieras viviendo en carne propia. Es en momentos como éste cuando realmente estamos viviendo la unidad y la hermandad que necesitamos para unirnos en un solo corazón y en un solo amor.

Mientras haya algún "otro" que está sufriendo, esa es una parte de nosotros que está sufriendo y no podemos ignorarlo porque no hay otro, la separación entre tú y yo es sólo una ilusión.

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